Santo Domingo., El presidente Luis Abinader reconoció que el nuevo Código Penal, promulgado recientemente como la Ley 74-25, no es perfecto, pero representa un avance significativo frente al marco legal anterior, vigente desde 1884. La nueva legislación entrará en vigor en agosto de 2026.
Durante una declaración pública, el mandatario explicó que, aunque no es exactamente el código que él hubiera deseado, su aprobación era necesaria. “Ninguna ley es ideal, pero este es un paso adelante. Hemos dejado atrás un código desfasado de 141 años, que permitía que muchos infractores eludieran consecuencias”, sostuvo.
Abinader también señaló que el viejo régimen penal permitió que personas con antecedentes delictivos quedaran en libertad por lagunas jurídicas, lo que a su juicio generaba mayor inseguridad. “Este nuevo Código busca endurecer las penas y fortalecer la lucha contra la criminalidad”, enfatizó.
La nueva legislación tipifica delitos que anteriormente no estaban contemplados, como el feminicidio, sicariato, ciberacoso, violencia económica, difusión de deepfakes con fines de chantaje, estafas piramidales e intermediación financiera ilegal. Además, incluye la figura del cúmulo de penas y aumenta la condena máxima a 40 años de prisión.
También introduce medidas pospenales como la vigilancia posterior al cumplimiento de la condena, el registro de agresores sexuales y programas de reinserción social.
Pese a los avances señalados, el nuevo Código ha generado críticas, especialmente por no incluir las tres causales para la interrupción del embarazo: peligro para la vida de la madre, violación o incesto, y malformaciones fetales incompatibles con la vida.
Una de las primeras en pronunciarse fue la procuradora general, Yeni Berenice Reynoso, quien valoró positivamente la aprobación del nuevo marco penal, considerándolo alineado con las tendencias modernas en materia de justicia.
El Senado aprobó la ley el pasado viernes, tras una serie de modificaciones consensuadas entre diputados y el Ministerio Público. Esta colaboración causó tensiones en la Cámara Alta, donde algunos senadores se abstuvieron de votar.