Santo Domingo. – Víctor Manuel Kely, acusado de múltiples violaciones a menores en Higüey y de la posible transmisión del VIH, no está afiliado a ningún concilio evangélico. Esta información fue confirmada por Feliciano Lancen, presidente del Consejo Dominicano de Unidad Evangélica (CODUE), quien expresó su profunda preocupación por la situación.
Dos de los tres adolescentes supuestamente abusados por Kely declararon que el supuesto pastor los obligaba a observarlo mientras mantenía relaciones sexuales con otro hombre. Estos testimonios, que forman parte del expediente, indican que Kely tenía un trato preferencial hacia los menores, ofreciéndoles regalos y vigilándolos de manera constante.
Uno de los adolescentes relató un incidente específico durante una actividad juvenil en una villa rural: «Nos despertó a tres de nosotros para que lo acompañáramos al baño de varones. En el baño, nos obligó a masturbarnos.» Los menores no se atrevían a cuestionar a Kely debido a las amenazas que recibían.
Abusos Sexuales en el Ámbito Religioso
En los últimos años, numerosos escándalos de abuso sexual han emergido en la Iglesia Católica, implicando a sacerdotes, monjas, obispos y diáconos, y ocupando titulares en los medios de comunicación. Estos casos han evidenciado cómo algunos individuos han utilizado la religión para perpetrar delitos contra menores y personas vulnerables.
Recientemente, situaciones similares han comenzado a surgir en la iglesia evangélica. Sin embargo, es crucial señalar que los responsables de estos actos no representan los verdaderos valores cristianos. Estas personas se aprovechan de la religión para establecer un contacto cercano con menores y así cumplir sus objetivos deplorables. La comunidad evangélica, al igual que otras denominaciones religiosas, condena enérgicamente estas acciones y trabaja diligentemente para erradicar cualquier forma de abuso en sus filas.

